viernes, 15 de agosto de 2008
Paisaje I (Por Johanan Alí C. A.)
...y los reptiles fluorescentes que de mi cuerpo broten, harán brillar la Luna en un baile estelar.
Cientos de millones de seres luminosos girarán como la Tierra sobre su propio eje de orden espiritual y contarán los cuentos acerca de la Historia a todos los niños que duerman en el vientre de una mujer enorme.
Serán los viejos robles los que formen la base de este nuevo mundo, en que héroes y villanos dejarán de existir, en que la saliva seca y la sangre polvosa vuelvan a fluir en ríos de Humanidad.
miércoles, 6 de agosto de 2008
El Extraño (Por Johanan Alí C. A.)
Él te busca en lugares extraños y te encuentra en circunstancias familiares.
Acecha, observa, imagina y te huele a distancia. A él no le importa si tus miedos, si tus alegrías, si tus ojos miran sin perspectiva, si mis muertes, si mi destino, si mi dolor cardiovascular me gana cada que desapareces; a él no le importa si dormimos, deambulamos o despertamos intoxicados.
Él viene y se va pero, extrañamente, se me ha ido más veces, pues cuando viene se me viene encima como avalancha de significados y preguntas.
A ratos me provoca los músculos y el celo, a veces sólo toma un sorbito de mi calma y, esporádicamente, se sienta paciente a mi lado, esperando que a base de climas y desapegos lo descubra y lo libere.
Él platica sin esperar escucha y escucha ternuras, filosofías y sadomasoquismos, rituales y palabras sordas; observa todo y escoge los detalles, el vuelo de la libélula, la luz del faro guía, el movimiento del planeta, la piedra tallada por el río, el color de ojos de los ciegos.
Él se presenta impresentable, imperfecto, voluble y sencillo. Invoca dioses, arquetipos, deseos, encuentros y desencuentros.
He querido mirarlo, tocarlo, olerlo e incluso he intentado comerlo, mezclarlo o sublimarlo pero el amor carece de toda formalidad.
"Sólo a través de ella" me ha dicho entre sueños...
Acecha, observa, imagina y te huele a distancia. A él no le importa si tus miedos, si tus alegrías, si tus ojos miran sin perspectiva, si mis muertes, si mi destino, si mi dolor cardiovascular me gana cada que desapareces; a él no le importa si dormimos, deambulamos o despertamos intoxicados.
Él viene y se va pero, extrañamente, se me ha ido más veces, pues cuando viene se me viene encima como avalancha de significados y preguntas.
A ratos me provoca los músculos y el celo, a veces sólo toma un sorbito de mi calma y, esporádicamente, se sienta paciente a mi lado, esperando que a base de climas y desapegos lo descubra y lo libere.
Él platica sin esperar escucha y escucha ternuras, filosofías y sadomasoquismos, rituales y palabras sordas; observa todo y escoge los detalles, el vuelo de la libélula, la luz del faro guía, el movimiento del planeta, la piedra tallada por el río, el color de ojos de los ciegos.
Él se presenta impresentable, imperfecto, voluble y sencillo. Invoca dioses, arquetipos, deseos, encuentros y desencuentros.
He querido mirarlo, tocarlo, olerlo e incluso he intentado comerlo, mezclarlo o sublimarlo pero el amor carece de toda formalidad.
"Sólo a través de ella" me ha dicho entre sueños...
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